NOTAS / MARZO 2012
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Como la voz, una plantita crece en las ruinas
Como la voz, una plantita crece en las ruinas
Inauguración fotográfica

Paula Luttringer: "La posibilidad de poner sus voces ahí afuera"

El martes 27  de marzo a las 19 HS, la fotógrafa Paula Luttringer presentará, en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, El Lamento de los Muros y Cosas desenterrados, dos trabajos que combinan imágenes de Centros Clandestinos de Detención - y objetos hallados en estos espacios - con testimonios de mujeres sobrevivientes.
La exhibición estará disponible hasta el 1 de julio, con entrada libre y gratuita.

Ecos de la represión, el encierro y el exilio que van y vienen. Paula Luttringer (La Plata, 1955) concibe su obra como una doble búsqueda. Por un lado, la necesidad de reconstruir y contar  la historia propia; por otro, la posibilidad que tienen las víctimas de superar las secuelas psicológicas a partir de la transmisión de la experiencia. Al respecto, explica: “Se dice que, para los sobrevivientes, uno de los más grandes problemas es cómo reconectarse con la vida en sociedad. Con el tema del stress postraumático, una de las cosas que más ayuda a la personas es poder expresar lo que han vivido pero no para acusar a quien los secuestró solamente. Sino para tener a alguien escuchando sus palabras. La posibilidad de poner sus voces ahí afuera.”

Para Luttringer, de estas experiencias sobreviene una fuerte identificación entre los sobrevivientes: “No importa en qué país nos encontremos, no importa sin son científicas famosas, escritoras o amas de casa: cuando nos miramos a los ojos, sabemos de qué estamos hablando.” Y en este recorrido hacia su identidad, los años de militancia y lucha política incrementan su sentido: “Hubo una gran generosidad en toda esa juventud. Eran tiempos donde la gente peleaba junta, tiempos de solidaridad. Yo sigo sintiendo mucho respeto por aquella entrega. No minimizo los errores –porque los hubo- pero de alguna manera, si tuviera que volver a hacerlo -a pesar del precio pagado personalmente- no tengo ninguna duda que seguiría el mismo camino.”

El Lamento de los Muros consta de trípticos donde fotografía y texto funcionan de modo complementario. Para este proyecto, la artista recorrió diferentes centros clandestinos y se contactó con sobrevivientes dispuestas a relatar sus vivencias. Luego, a partir de la fusión de ambas instancias –imagen y texto- surgió el sentido de la muestra. Sobre este recorrido, detalla tanto el proceso como su procedimiento compositivo: “Yo empiezo a hacer estas fotos sin tener una idea muy clara de cómo tenía que hacerlo. Primero necesito escuchar las voces, las entrevistas. Cuando estoy en el interior de los centros clandestinos, los voy caminando. Siempre estoy sola, siempre pido mucho tiempo. Yo no tengo una memoria muy clara de todo lo escrito pero siempre que termino de recorrer los centros hay palabras de los testimonios que me vuelven. Y en algún momento, lo que estoy mirando y esas palabras se juntan. Y ahí se ve la foto.”

Cosas desenterrados, por su parte, muestra imágenes de elementos encontrados en los Centros. En este caso, los objetos operan como portadores de historia y memoria que traen al tiempo presente las huellas del pasado: las historias que sobreviven a través de las cosas.

Al igual que en su primera muestra El matadero, el ejercicio del poder y el encierro sistematizado emergen como categorías para la reflexión de la mirada. La contracara, la invisibilidad (lo inasible) que las imágenes exponen ante los ojos de los espectadores: una pregunta claroscura por la supervivencia de los sentidos.

Además de presentar estas muestras, en su paso por la Argentina (actualmente reside en Francia), Luttringer ofrecerá clínicas fotográficas -los días 10, 12 y 14 de abril- para estudiantes de periodismo y carreras afines (ver enlace). Aquellos que participen, recorrerán diferentes Centros Clandestinos para tomar imágenes y trabajar en su articulación con materiales textuales.