NOTAS / FEBRERO 2014
Cumbia colombiana, rock y tango murguero

"Contamos lo que nos hace felices, lo que nos pone tristes, pero todo bailando"

Entrevista a Victoria "Pepi" Dillon, cantante de Tumbamores. El septeto de cumbia y salsa se presentará en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, el viernes 7 de febrero a las 21 hs con entrada gratuita.

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¿Cómo y dónde se formó Tumbamores?

Tumbamores se formó en Buenos Aires. Si bien traía el proyecto en mi cabeza y en mi corazón, no sabía bien lo que podía dar mi voz ni a que compañeros músicos podía convencer, pero después de insistir y pelear contra mi timidez y de buscar personas a las que les gustara hacer música latinoamericana, le dimos forma a Tumbamores. La banda tomó ese nombre entre 2005 y 2006: "tumba" nos sugería el tumbar de los tambores y "amor" iba con el amplio repertorio de boleros que teníamos en ese entonces. O tal vez por los amores que te tumban.


¿A lo largo de estos 8 años, cómo fueron modificando el repertorio? ¿Cómo funciona la dinámica para incluir nuevas canciones?

Nuestro repertorio fue poniéndose más cumbiero, por la necesidad de hacer bailar al público. Ésa era una escena en la que la pasábamos muy bien: viendo a la gente bailar y bailando nosotros mientras tocábamos. Una fiesta grupal, como eran los viejos bailes populares. Los temas que vamos eligiendo tienen que ver con una dinámica en donde todos traen lo que les gusta y después en los ensayos se ve lo más viable de acuerdo al perfil de Tumbamores: un poco kitch, muy romántico y latino.


¿Por qué creen que la cumbia llega a sectores tan amplios de público?

Porque la cumbia es popular, habla de la vida de las personas, siempre dentro del contexto temporal y territorial. Desde el comienzo, las antiguas cumbias colombianas describían los hermosos paisajes, el amor y el desamor, el baile -con todas las partes del cuerpo que se implican al describir ese ritual de seducción tan latinoamericano-. Por otra parte, la cumbia también se mete con los grandes conflictos como la esclavitud. En cuanto a la cumbia argentina, se puede decir que la santafesina es por excelencia lo más parecido a la antigua cumbia colombiana: romance, amor y mucho de picaresco. En cambio, nuestra cumbia villera cuenta la realidad de la villa, el sexo, las drogas, la violencia, lo poco que vale la vida y la fiesta que hace falta para pasar todo esto. Por eso sigo creyendo que la cumbia nos describe, contamos lo que nos hace felices, lo que nos pone tristes, pero todo bailando.


¿Qué proyectan para este año?

Ponernos en trabajo de estudio para sumarle más temas a nuestro EP del 2012 y convertirlo en un disco de al menos 13 temas


Ustedes ya tocaron en espacios como La Perla en Córdoba. ¿Algún sentimiento particular en presentarse en la ex ESMA, emblema de la represión durante la última dictadura cívico militar?

Muchos sentimientos puestos en este show tan especial para mí. En la Perla tocamos junto a Liliana Felipe. Nos convocaron los compañeros de H.I.J.O.S. Córdoba. Liliana tiene su hermana Ester desaparecida en ese campo de concentración y yo a mis dos padres, Rita y Gerardo. Nunca había podido ir y me invitaron no para ir a llorar sino para ir a hacer lo que más me gusta, que es cantar. Sentí que era un desafío personal, que necesitaba exorcizar el dolor y la muerte. Poder hacer bailar a esas 4 mil personas que estaban presentes y seguramente a muchas más. Creo que hoy me encuentro con el mismo desafío y lo quiero hacer, ¡llenar este lugar de cumbia y amor!