NOTAS / SEPTIEMBRE 2014
Una cultura por fuera del espectáculo
Jornada en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti

Una cultura por fuera del espectáculo

"Hay que dar la batalla contra un gobierno que asocia la cultura con los grandes eventos pero no garantiza el acceso a la cultura", planteó Eduardo Jozami, director del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, en la cuarta jornada del ciclo "El derecho a la ciudad" que se realizó el sábado 30 de agosto y que, en esta oportunidad, se refirió a las dificultades que atraviesan los centros culturales en la Ciudad de Buenos Aires. Más de 30 de estos espacios fueron clausurados en los últimos tres meses.

Entre los disertantes había satisfacción por la presentación, durante esta semana, del proyecto de ley de Centros Culturales en la Legislatura porteña. La propuesta contempla la creación de una figura legal que habilita este tipo de espacios, firmado por el interbloque del FPV.

En ese sentido, Claudio Goreman, referente del Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos (MECA) pidió tomar con responsabilidad las clausuras porque "somos la ciudad post Cromagnon".

"En la actualidad, tenemos una ciudad que busca la foto, el pochoclo", sostuvo Goreman.

Juano Villafañe, del Frente de Artistas y Trabajadores de la Cultura, fue más allá y pidió la Ley Federal de Cultura y solicitó redistribuir el presupuesto de otro modo. "La autogestión de la sociedad civil también es muy importante", indicó Villafañe.

Por su parte, Romina Solano, de La Fábrica Porteña, se refirió a la concentración y centralización de la oferta cultural en algunos barrios de la ciudad.

Según un informe de La Fábrica Porteña, la ciudad cuenta con alrededor de 150 salas de teatro independiente pero el 75% se ubican en ocho barrios (Almagro, Constitución, Monserrat, Palermo, Recoleta, Retiro, San Nicolás y San Telmo). Esta concentración se replica también en otras disciplinas: cines, museos, galerías y salas de exposición.

La batalla cultural

Edgardo Form, legislador de Nuevo Encuentro, recordó la frase de Floreal Gorini, artífice del Centro Cultural de la Cooperación (CCC) quien afirmó que para llegar a la utopía, la batalla más importante es la cultural. Form hizo hincapié en la necesidad de un Estado activo y presente e insistió: "La tarea persistente nos va a permitir conformar una ciudadanía comprometida".

La antropóloga Marta Santore, se refirió a la cultura como intercambio y como generadora de un sistema de valores. "La cultura tiene una legalidad que constituye y el capitalismo financiero pone en riesgo a la cultura", enfatizó Santore.

Sebastián Ávila contó la experiencia del "Café de los Patriotas", uno de los 35 espacios clausurados en los últimos dos meses por el gobierno porteño. Recordó que el café, un lugar abierto a los vecinos, surgió de la "intersección entre la cultura y la política".

La clausura, el 30 de junio último, se dio mientras se dictaba un taller de tango y fue la quinta vez en pocos meses que llegaba la Agencia Gubernamental de Control de la CABA al café, situado en Nicasio Oroño y Cucha Cucha, en La Paternal.

Ese día, afirmó Ávila, los vecinos votaron y decidieron que el espacio se mantuviera abierto porque consideraron al espacio como un "lugar de resistencia". Avila también habló del fuerte "retraimiento de la ciudadanía a espacios privados".

El legislador por Seamos Libres y, uno de los autores del proyecto de ley, Pablo Ferreyra, se refirió a los centros culturales como "focos de resistencia cultural, una herramienta para la transformación que proponen las organizaciones sociales".

El ciclo "El Derecho a la Ciudad" continuará a lo largo del año en distintas fechas que sumarán nuevos ejes a la discusión.